Nos rompen la exposición de El Roto
Por David Galván
(2º Bachillerato)
¡Una exposición de El Roto en nuestro pueblo! ¡Por fin traen algo
que valga la pena! ¡Vamos a verlo...! o no.
Propusimos en la clase de Psicología visitar la exposición que se
haya en la plaza del pueblo ya que nos serviría para la materia por
su alto contenido satírico y de reflexión, así que decidimos
visitarla en una de las horas de la clase concretamente la primera
hora del jueves 1 de octubre.
De camino a ver El Roto, la clase iba emocionada, quizás por el
hecho de verlo o quizás por el hecho de no estar sentados en una
silla copiando o haciendo ejercicios -aunque para el caso...- y tras
llegar al lugar, para nuestra sorpresa, ¡Oh! Puertas cerradas
-genial, hacen una exposición pública para que la gente se empape
de cultura y la cierran al público-.
Sin embargo no desistimos y el profesor decide llamar al encargado
para que abran la puerta, todo bien pues recibe la noticia de que en
escasos cinco minutos estaría la puerta abierta, así que nos
sentamos en unas escaleras para avanzar con la parte teórica
mientras esperamos, y avanzamos con la parte teórica, pero no los
cinco minutos que nos habían dicho, no... ¡Si no veinte! ¡Tras
veinte minutos, por fin, han llegado a abrir las puertas!
Así que, con menos de media hora para ver una exposición entera,
entramos en la misma, y empezamos a hacer los ejercicios propuestos
en el tiempo de espera. Allí habían catorce obras, en las que
teníamos que encontrar ciertos aspectos que usa El Roto en sus obras
(un uso expresivo del color, elipsis, recuadros para ampliar, manchas
negras...) y eso, más encontrarle un significado a aquellas imágenes
llenas de pájaros por todos lados, nos llevó el escaso cuarto de
hora que nos quedaba para volver al instituto. Sin embargo no es todo
malo, las obras expuestas nos empaparon de reflexión, quizás las
que personalmente a mi más me gustaron fueron aquellas en las que un
hombre asiático tiraba de un transatlántico, o aquella otra en la
que un hombre le limpiaba los zapatos a otro hombre que estaba
limpiando los zapatos de otro, aunque las demás obras también eran
geniales y dignas de admiración.
Este día me sirvió para conocer a un gran autor, que se inspira
con Munch, Goya, Raymond, Pettibon y otros grandes, y de hecho, se
nota, recomiendo en gran magnitud ver las obras de El Roto (por
internet, pero no en la exposición, que te quedarás sin la mañana)
y con tiempo, porque tendrás que tomarte un tiempo para reflexionar
sobre lo que ves.
(Nota, si quieres saber más y ver los trabajos de EL ROTO, pincha aquí).